Mente Libre – Estudio Bíblico 17 – Elías Gigena

Dios Necesita Mentes Libres para Traer Liberación: Un Camino hacia el Propósito Divino
Introducción
En el momento en que Dios decidió liberar a Su pueblo de Egipto, no buscó a un líder con mentalidad de esclavo. Necesitaba a alguien que pensara como un hombre libre. Moisés, nacido como esclavo, pero criado como príncipe en el palacio de Faraón, fue la elección divina. A pesar de sus orígenes humildes, Dios sabía que Moisés, con una mentalidad de libertad, sería el hombre indicado para guiar a Israel a la libertad.
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Hoy, vamos a explorar tres claves fundamentales que ayudaron a Moisés a liberar al pueblo de Israel. Y más importante aún, cómo podemos aplicar estos principios a nuestras propias vidas. Porque, como Moisés, Dios también necesita que tengamos mentes libres para cumplir Su propósito y traer liberación a nuestras circunstancias.
Texto Base:
Éxodo 3:9-10 (NVI)
“Ha llegado hasta mí el clamor de los israelitas, y he visto cómo los oprimen los egipcios. Así que disponte a partir; voy a enviarte al faraón para que saques de Egipto a los israelitas.”
Clave #1: Moisés Conoció su Identidad
La identidad de Moisés fue moldeada por su entorno, pero no era la que Dios había planeado para él. Criado como un príncipe egipcio, Moisés se veía a sí mismo como un miembro de la realeza, sin embargo, su verdadero linaje era hebreo, y ese conocimiento fue crucial para su destino. Moisés tuvo que descubrir quién era realmente y tomar decisiones firmes basadas en su verdadera identidad.
A. Moisés Creció con una Identidad Equivocada
Moisés fue educado como egipcio, disfrutando de los privilegios del palacio. Sin embargo, su verdadera identidad no estaba en ese entorno de lujo, sino en su pueblo, el pueblo de Dios. La lección aquí es clara: muchas veces el mundo nos impone una identidad falsa basada en lo que la sociedad nos dice que somos. Pero nuestra verdadera identidad solo se encuentra en lo que Dios dice de nosotros.
B. Moisés Tomó una Decisión Crucial
Cuando vio la injusticia que sufrían los hebreos, Moisés se vio obligado a elegir entre su vida como príncipe egipcio y su destino como liberador de su pueblo. En ese momento de conflicto, Moisés decidió identificarse con su pueblo y abandonar su vida de privilegios para seguir el llamado de Dios.
C. Moisés Tuvo que Desaprender lo que el Mundo le Enseñó
El desierto de Madián fue el lugar donde Moisés tuvo que desaprender lo que había aprendido en el palacio. Durante esos 40 años en el desierto, Moisés aprendió humildad y dependencia de Dios. Fue allí donde entendió que su verdadera identidad no estaba en su poder o influencia, sino en el llamado divino que Dios tenía sobre su vida.
Lección: Al igual que Moisés, debemos renunciar a las identidades equivocadas que el mundo nos impone y buscar nuestra verdadera identidad en Dios. Esta revelación de quién somos en Cristo nos prepara para cumplir Su propósito.
Clave #2: Moisés Tuvo un Encuentro con Dios
Dios necesitaba que Moisés tuviera un encuentro personal con Él, una revelación que transformara su vida y le diera dirección. Este encuentro no solo cambió a Moisés, sino que también le dio la autoridad necesaria para cumplir su misión.
A. Dios Preparó el Momento del Encuentro
Moisés no estaba buscando a Dios en ese momento; él vivía en el desierto, pastoreando ovejas y probablemente sintiéndose olvidado. Sin embargo, Dios sabía el momento exacto para llamarlo. Fue entonces cuando Dios se le apareció en una zarza ardiente, un fenómeno sobrenatural que captó su atención.
B. Moisés Respondió al Llamado de Dios
La zarza ardiente era un fenómeno extraordinario, pero Moisés no lo ignoró. Al contrario, se acercó a investigar. Cuando Dios vio su disposición, lo llamó. Este momento fue crucial: Moisés mostró interés en buscar a Dios, y ese acto de acercarse fue el principio de su transformación.
C. Moisés Tuvo una Revelación de Quién es Dios
En la zarza ardiente, Dios se reveló a Moisés de una manera personal, mostrándole que Él era el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Antes de este encuentro, Moisés conocía a Dios solo por tradición; ahora, experimentó una relación personal con Él. Esta revelación cambió su percepción de Dios y le dio un propósito claro.
D. Moisés Fue Transformado en la Presencia de Dios
Este encuentro marcó un antes y un después en la vida de Moisés. Al tener un encuentro personal con Dios, Moisés dejó atrás sus inseguridades y dudas, y se levantó como el líder que Dios había llamado a ser.
Lección: Dios quiere tener un encuentro personal con nosotros. Este encuentro transforma nuestra vida, nos da una visión clara de quién es Él y nos da el propósito divino para nuestra vida.
Clave #3: Moisés Usó lo que Tenía en su Mano
Cuando Moisés se sintió incapaz de cumplir el llamado de Dios, Dios no le pidió algo que no tenía. En lugar de eso, le preguntó: “¿Qué tienes en tu mano?”
A. Dios le Preguntó a Moisés qué Tenía en su Mano
Moisés solo tenía una vara, un objeto común y sin valor. Sin embargo, en las manos de Dios, esa vara se convirtió en una herramienta poderosa. Dios no le pidió que tuviera algo que no tenía, sino que usara lo que ya estaba a su disposición.
B. Dios Transformó lo Ordinario en Algo Extraordinario
Con esa vara, Dios realizó milagros: abrió el Mar Rojo, hizo brotar agua de una roca y dio victoria sobre los enemigos de Israel. Lo que Moisés veía como un simple objeto se convirtió en un instrumento divino cuando lo puso en las manos de Dios.
C. Moisés Usó lo que Dios le Dio con Fe y Obediencia
La vara solo se convirtió en algo poderoso cuando Moisés obedeció y la levantó en fe. Si Moisés no hubiera tenido la valentía de usar lo que tenía, los milagros no habrían ocurrido.
Lección: Dios no espera que tengamos grandes habilidades, sino que usemos lo que ya tenemos. Lo que parece común y sin valor en nuestras manos puede convertirse en algo extraordinario cuando lo ponemos en las manos de Dios.
Conclusión
Moisés no liberó a Israel con un ejército, ni con riquezas, ni con grandes habilidades. Solo necesitó conocer su verdadera identidad en Dios, tener un encuentro transformador con Él, y usar lo que tenía en sus manos con fe y obediencia.
Al igual que Moisés, Dios nos llama a descubrir nuestra identidad en Él, a tener un encuentro personal con Su poder transformador y a usar lo que ya tenemos para cumplir Su propósito. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a dejar atrás nuestras dudas, nuestra falsa identidad y abrazar el llamado de Dios sobre nuestras vidas?
Frase para recordar: “Lo que tienes en tu mano es suficiente cuando lo pones en las manos de Dios.”
Oración Final: Señor, hoy te entrego lo que tengo en mis manos. Quiero conocer mi verdadera identidad en Ti y ser transformado por Tu presencia. Usa lo que tengo para cumplir Tu propósito en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.